Hoy os traigo una entrada sobre una filosofía de
vida y una de nuestras mejores formas de alimentación.
¿Cómo se
creó la dieta mediterránea?
El interés por el estudio de la Dieta
Mediterránea surge en los años 50, cuando el profesor y fisiólogo Ancel Keys estudiaba la
incidencia de enfermedades cardiovasculares en diferentes países del mundo.
En este estudio demostró que en la isla de
Creta se daban expectativas de mayor longevidad y la tasa de mortalidad
cardiaca era tan solo el 10 % de la de EE.UU.
Algunas de las observaciones que Keys hizo
sobre los hábitos alimentarios, y los rasgos más sobresalientes de los
habitantes de Creta fueron:
· Aporte bajo de
proteínas de primera clase, es decir, bajo consumo de carne y productos
lácteos.
· Consumo
preferente de aceite de oliva. Se observó un alto consumo de este tipo de grasa
que suponía un alto aporte calórico de origen lipídico, superior al 40 % de las calorías totales al día.
Aporte rico en
glúcidos, principalmente procedentes de cereales, frutas, verduras y hortalizas
frescas y, por tanto, una dieta rica en fibra, vitaminas y minerales.
· Consumo de vino
acompañando las principales comidas, y actividad física no despreciable, ya que
la mayoría de la población era eminentemente agrícola.
Desde este momento se proclamó la alimentación
mediterránea como modelo a seguir en medicina preventiva, y es considerada
actualmente una de las mejores dietas como promotora de salud y fuente de
bienestar.
¿Qué características
tiene?
Los alimentos o nutrientes que nos aporta dicha
dieta, y que determinan su valor son los siguientes:
·
Gran aporte de cereales,
legumbres, frutas, verduras y hortalizas.
·
Consumir pescado
habitualmente.
· Utilizar grasas
saludables como el aceite de oliva y pescados azules que son una buena fuente
de ácidos grasos Omega 6 y Omega 3.
· Bajo contenido en
grasas saturadas y proteínas de origen animal, reduciendo al mínimo el consumo
de carne roja.
·
Como fuente de
hidratación el agua y en las comidas, el vino.
·
Utilización de
técnicas culinarias sencillas, utilizando productos frescos, de temporada y poco
procesados.
· Usar la fruta
fresca como postre habitual reservando los dulces a ocasiones especiales.
· Llevar una vida
activa realizando ejercicio físico diariamente para contribuir a mantener un
peso adecuado.
¿Qué beneficios
nos aporta?
La fibra
procedente de cereales, leguminosas, frutas y verduras tiene un efecto
beneficioso favoreciendo el tránsito intestinal; y en general contribuye a
equilibrar el perfil calórico de la dieta.
· Las vitaminas y
minerales destacan por su función antioxidante en la lucha contra los
radicales libres y sustancias tóxicas. Además se relacionan con un menor riesgo
de padecer enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
· El aceite de
oliva, el pescado azul y los frutos secos reducen el nivel de colesterol,
previniendo el riesgo cardiovascular.
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
estima que entre el 30 y 40 por ciento de los cánceres podrían prevenirse con
medidas relacionadas con la dieta, el control del peso y la actividad física.
Incluir la dieta mediterránea en nuestra vida nos
ayuda a recuperar la alimentación que tuvieron nuestros padres y abuelos generaciones
atrás y además nos aporta numerosos beneficios.
¿A qué esperas para seguirla?
Besitos para todos
Diana
No hay comentarios:
Publicar un comentario